Los premios no son más que un reflejo de todo aquello que se supone que nos debe gustar. Normalmente, las grandes obras, no son reconocidas nunca por ser diferentes, innovadoras y por ir más allá de lo que siempre se ha hecho.
Y por ello, en muchas ocasiones, ha habido películas ganadoras de muchos oscars, que en realidad no eran para tanto o que, incluso, no valen una puta mierda.
Hoy mis nominaciones serán en negativo:
“Hola super, esta semana ha sido más fácil y sobretodo ha
contribuido a ello el mocoso de arriba. Allá va:
Con un punto, nomino a Avatar porque una fusión de los Pitufos con Pocahontas, no me
parece original. Es más bien una suma sin sentido.
Con dos puntos a Titanic,
no sólo gracias al mocoso de arriba que toca la bso con la flauta, también
por lo absurdo de la película. Si ya sabes que se va a hundir el barco… ¿Qué
gracia tiene? Lenta y pesada donde las haya. Todos lloramos la muerte de
Leonardo Dicaprio, pero todos sabemos que fue culpa de ella por no hacerle hueco en el trozo de madera o haberse
turnado. Y luego la puta vieja que tira el collar con todo el recochineo… en plan “uy, se me ha caído” pero señora… déjele una buena herencia a su
nieta, joder.
Con tres puntos a Crepúsculo por crear falsas
expectativas en las mujeres en cuanto a lo que los hombres tenemos que ser.
Primero fue Disney, luego Hugh Grant y ahora Crepúsculo y cada vez lo ponen más
complicado. Puedo comprar purpurina, pero dudo que la cara me acabe brillando
así. Puedo morder cuello, pero dudo que acabes volviéndote más guapa.
Y aquí os dejo el discurso de Santiago Segura en los
Goya, que no pudo ser más sublime. O como diría Barney Stinson “Fue una
subliminencia”