jueves, 17 de mayo de 2012

DGT (Dirección General de Tarados)


Hay un problema que acecha a la sociedad desde hace mucho tiempo;  los malos conductores.
Yo comprendo que tener el carnet es un privilegio y que a todos nos saca de muchos problemas, pero no puede estar al alcance de todo el mundo. Es de sentido común.  Llevan una máquina de matar en las manos. A continuación, vamos a enumerar los tipos de conductores y sus características: 

Conductor topo: tanto a peatones como a conductores nos ha pasado alguna vez esto de ver pasar un coche pilotado por nadie y tener el impulso de ponernos a cubierto, pero no, siempre hay alguien. E aquí el conductor topo, ese tan jodidamente bajo que no asoma ni por la ventanilla. En este caso no pongo en duda sus habilidades al volante, lo que pongo en duda es que vea la carretera. La altura mínima debería ser pasado el metro y medio y si no llegas que hubiese algún tipo de sillita para tapones al volante. 

Conductor de la tercera edad: lentos, torpes y peligrosos porque algunos no ven bien, otros se sacaron el carnet cuando no existían las señales de tráfico, otros estuvieron cuando se inventó la rueda y además seguro que los efectos secundarios de la medicación y la viagra les impiden estar al 100%

Conductoras de clase alta: Para mí no hay diferencias entre hombres y mujeres pero si entre clases sociales. El problema de las pijas es que como están acostumbradas a tenerlo todo, creen que la carretera es suya también. Teniendo en cuenta que pueden pagar las multas que les pongan se dedican a hacer cosas como (casos reales): maquillarse y hacerse la foto con la amiga para subirla a Facebook en los semáforos,  cambiarse de carril sin previo aviso, da igual que pase alguien, son de la ley del “ya se apartará” (ellas no tienen porqué dar explicaciones a nadie), pararse en una parada de autobús porque “tía, se me ha caído mi pulsera Tous”, continuar recto por un carril que te obliga a ir a la derecha (la gente vip puede entrar donde quiera desde donde quiera), etc. En definitiva, lo que hacen es transgredir todo tipo de normas y señales para luego decir “ah, ¿no se puede?”. Vuestro padre, ¿os compró el coche con el carnet incluido no? 

Conductor miedoso: todos hemos tenido ese colega con el que, antes de subirte al coche, llamas a tu madre para decirle que la quieres por lo que pueda pasar. Son conductores inseguros. Los reconocerás porque no aparcan jamás si hay algún coche detrás esperando (no importa que se pueda amarrar el jodido Titanic ahí), se les cala continuamente, hacen preguntas como “¿Por aquí puedo tirar no?” ante calles en contra sentido, prohibido el paso o calle cortada, hacen los cedas como stop, puedes perderte con ellos porque tenían que cambiar de carril pero no se atrevieron (Y en Cataluña tenemos el valor añadido de que cada 10km hay un peaje, con lo cual encima pagas por perderte).

Conductor indígena: los peores. No entro en descripciones porque es un puto caos. Les sacas de los pedales y se pierden (no todos) pero una gran mayoría. De hecho, en mi examen de conducir había una ecuatoriana que había subido la friolera de 8 veces a examen y se había jurado por santa lupita que si suspendía, lo dejaba. Pues la notas suspendió y diréis; “mucha gente suspende, seguro que se puso nerviosa” no, la tía le dio a un coche y le suspendieron directamente, en un examen y te la pegas. 

Conductor flipao con coche de alta gama: son los dueños de la carretera aquellos conductores que van en BMW, Mercedes Benz y Audi. Quieren aprovechar los caballos de su majestuoso carro así que viven en un pique continuo de adelantamientos por derecha e izquierda. 

Conductor flipao con coche de media y baja gama: mismo caso que el anterior pero con un seat panda, corsa, el monovolumen de su viejo, etc. Estos no tienen caballos pero se ponen a la misma velocidad que los anteriores aunque las revoluciones suenen al “Need for speed”

Raveros y canis: los reconocerás por llevar hits de los chunguitos, fary, el barrio, o en el caso de los raveros bacalao a toda hostia. Queman rueda, hacen trompos en las rotondas, suelen llevar el coche trucado, pegatinas y de más. Conducen drogados y gracias a ellos existe un control de alcoholemia en cada esquina. Responsables donde los haya. Son conscientes de que el alcohol es peligroso a la hora de conducir, así que se drogan para contrarrestar los efectos. De esto tenemos documentos gráficos para aburrir.


Después de analizar la situación en la carretera, solo se me ocurre que todos deberíamos pasar un examen psicotécnico sin el cual fuese imposible tener carnet con alguna pregunta tipo “¿Idolatra usted a Farruquito o el vaquilla?”. Aquellas personas que no se lo pudiesen sacar pues que tuviesen derecho a pedir un 50% en el metrobus, pero vamos a limpiar el asfalto de camicaces. (Además habría ventajas a nivel medioambiental)

Aprovecho para pedir la erradicación de ciclistas de la carretera. Van con todos sus huevos por el medio, a veces lo hacen estando cerca de un carril bici, como diciendo “pa chulo chulo, mi pirulo”, además no les puedes pitar porque se pueden asustar, que se caigan y les pases por encima (que aunque en el momento no me importaría, no es plan)

Y algo hay que hacer con el tema de los personajes que quieren sacar unas perrillas de los conductores. Pase que me limpien el cristal aunque no lo pida, pase que me vendan cleenex, hasta admito que me hagan malabares, lo que ya me parece un exceso es que venga una rumana (que además podría tener mejor curro como mujer barbuda en el circo) a limpiarme el cristal pero con toque amoroso mofante. No sé si habeis pasado por ello pero que una mujer con bigote te dibuje un corazón con jabón en el cristal mientras te tira besos, es argumento para una película de terror, o la próxima de Almodovar (añadiendo que luego ella se meta a puta o algo así, todo es pensarlo)

Y por último, se podría hacer una entrada entera dedicada a los taxistas, pero para qué despellejar a estos pequeños ladrones  de las grandes junglas de asfalto. Mejor les damos un homenaje. (Un melocotonazo de la hostia)